Writing cure: Los niños, gran objetivo publicitario

lunes, 8 de julio de 2013

Los niños, gran objetivo publicitario

Ayer mismo estaba paseando por Barcelona cuando, yendo con mi hermano pequeño (de unos diez años), encontramos uno de esos vendedores que aprovechan el éxito turístico de la ciudad condal para vender artículos de poca utilidad (popularmente conocidos como chorradas) a los turistas, normalmente ruidosos y con ideas poco serias sobre el modus vivendi de los barceloneses y, generalmente, de los españoles. Así es que aparece el vendedor espontáneamente, con una especie de aparato pequeño de goma que se mete en la boca y te hace tener voz de pito, como si de un pato de baño se tratase. Se dirige al niño que, sin ninguna duda y posiblemente convencido de la poca magnitud del asunto, coge el aparato de plástico que le ofrecía en la palma de la mano. Entonces el hombre, con las zarzas echadas en la presa y convencido de su estrategia, empezó a pedir insistentemente el euro que costaba el inútil aparato a los padres y a su hermana. El niño, incrédulo ante el elevado precio de ese simple trozo de plástico, se lo devolvió y se lo puso en su mano, convencido.

Los niños son un gran objetivo y un blanco fácil para la publicidad, porque son sensibles y manejables. Un gran ejemplo es la estrategia publicitaria que llevó a cabo el publicista de McDonald's Dick Brams, que decidió crear un menú infantil con un juguete que podría variar según la temporada, y que ha llevado a la compañía a ganar grandes cantidades de dinero a nivel internacional fruto de la insistencia y la pesadez de los niños a sus padres para conseguir ese menú solamente por el juguete.