Writing cure: noviembre 2014

lunes, 24 de noviembre de 2014

Inquisición y televisión

Hoy me he dado cuenta de que el mundo es aún más idiota de lo que creía. Tertulianos de poca monta, charlando en el bar o en un plató de la televisión, que creen estar en posesión de un máster en Periodismo o un doctorado en Sociología, creyendo tener todo el saber del mundo con la Biblia en su mano, cumpliendo estricta y escrupulosamente una moral superior rastrera sobre la cual castigar. Doble moral de cuchillos y de sonrisitas por lo bajo, un gran saludo y un buen abrazo al entrar, pero críticas y lenguas envenenadas por la espaldas, hipocresía, conspiración y compinches, insultando por las redes sociales pero en persona no se atreven a decir ni , temiendo al inteligente, al talentoso y al valiente.

Creen que la verdad está en sus manos, que sus opiniones fantasiosas y engañadas por los medios de comunicación o la cotilla del pueblo están por encima de todo, con la potestad para decir tú sí y tú no, para creerse el rey del grupo. Personas sin formación y que de tenerla tienen una misérrima cultura, a parte de un criterio personal penoso, propiciado por la asquerosa cultura y educación de este país; hijos de puta que juzgan y condenan sin pruebas, que mandan a Dolores Vázquez a la cárcel, que se lucran condenando la violencia, el racismo y la madre que los parió, seleccionando las víctimas que más sensibilidades hieren a la población sin hacer nada para evitar los problemas reales en general y de forma efectiva, que promueven reformas penales de pacotilla para quedar bien, progresistas de poca monta que tan sólo buscan reconocimiento, cuatro fotos y un poco de postureo. 

Mi futuro y el de ustedes están en sus manos, porque así lo creen efectivamente, mientras lamen el culo al jefazo, al importante, al mediático, a quien se ha apropiado el puesto de víctima del momento, creando rumores y salseo que sirve de pantalla a los problemas reales, que esconde su miedo a solucionar verdaderamente los problemas, impregnándose de buenas palabras y florecillas que apestan más que dar buen olor. 

Tú, aunque les presentes un problema real con todas las pruebas y soluciones no te escucharán, porque más les interesa no molestar al jefazo que les manda o contradecir la palabra de los partidos políticos que les pagan, o la agencia de noticias que les paga, buscando audiencia de forma incesable. 

Pero nunca te dejarás influenciar. Tú eres su problema, porque piensas por tí mismo, porque contrastas las cosas antes de emitir cualquier sentencia, porque tienes la verdad en mano sin ser un enchufado, porque has leído, porque posees una cultura enorme, porque has vivido lo suficiente como para sentirte extranjero en tu propio país... Y de suponerles un peligro real, manifestando su corrosiva envidia, te tildarán de psicópata, de mala persona, de tomarte la justicia por tu mano, de estar pensando en conspiraciones y paranoias, filosofando de forma inútil sentado en el sillón de tu salón, mientras que lo único que haces es construir, poco a poco, tu criterio de forma lenta, como pirámides de Egipto que se forman a partir de granos de granito y arena. 

Tu criterio es tu mejor arma.

Tu criterio, tu voluntad de poder y tu convicción es la bomba atómica que tanto temen.

Por eso, disfrazan tu habilidad de atentados contra la moral de rebaño. 

Enlaces de interés:

http://politica.elpais.com/politica/2013/06/02/actualidad/1370190300_472322.html