Writing cure: 2014

lunes, 29 de diciembre de 2014

La verdad sobre el acoso

Quizá es el artículo más personal que haya escrito jamás.

Pero me veo obligada a escribir sobre ello, para poder prevenir que ocurra en otros casos o para quienes se vean sumidos en esto tomen conciencia de lo que les está pasando y tengan suficiente fuerza para salir de este pozo que, como os he dicho, he vivido personalmente.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Disección de la mafia.

Sacrificio de Ifigenia.

Por otro lado, el mecanismo del chivo expiatorio suele producirse cuando el clan familiar sufre algún tipo de crisis interna y su o sus líderes recurren al sacrificio de alguno de sus miembros, como medida para reforzar los lazos grupales que se están disolviendo o que están en peligro. Obviamente, cualquier familia que base su unidad en el sacrificio humano es una familia tóxica o patológica, basada en un modelo que traerá al mundo nuevos psicópatas socialmente integrados. En todo caso, las familias donde se promueven casos de mobbing, deberían ser psicológicamente intervenidas o ayudadas, por orden judicial (si fuera preciso). 

Era algo habitual, tradicional en la tribu. De forma anual se organizaban esas convenciones, más por costumbre que no por voluntad; en las cuales algunos aprovechaban, cual acto de sublimación personal, para evadir las frustraciones propias con el reconforte que les daba saber que, aquellos seres que envidiaban, también tenían desgracias.

Su actividad era la misma, hasta tal punto que se producía ad nauseam, de forma poco original. Tenían un pensamiento chapado en la racionalización económica, que a su vez trasladaban, en un acto infantil y egoísta, al modus vivendi de los demás. Eran la mafia contemporánea, aquélla que existe y no se sabe que existe, porque es transparente a los ojos de la gente, pues ya es costumbre y se ampara bajo el disfraz del día a día, de la desgracia de no tener trabajo, de una libertad de expresión de pacotilla que ellos mismos inventan, ciencia para nada exacta. Seguían cometiendo asesinatos de una forma impecable y limpia: habían abandonado los métodos tradicionales (cierto es que les faltaban recursos para seguir haciéndolo) y pasaron a uno que no dejaba ni sangre ni cadáveres. No se obviaba, pero, el hecho de que, en aquellas suculentas reuniones navideñas, colocaran a un chivo expiatorio encima de la mesa, le clavaran cuchillos y chinchetas, incluso violaran a las mujeres y a los niños en más de alguna ocasión, para sublimar la miseria de la propia condición humana, bajo el amparo y la complicidad de la omertà de sus miembros que, como siempre, fue efectiva.

Su última presa fue una joven periodista, a la que le ataron de manos y tobillos. Los hombres procedieron a violarla infinitas veces, porque era, además, culta y buen estudiante y, por no cumplir con los estandartes de la buena mujer, la torturaron hasta la saciedad bajo el lema de "calla o morirás". Eran delincuentes de cuello blanco, con las manos manchadas de sangre y lágrimas, que también violaban y torturaban los niños pequeños para perpetuar su asquerosa tradición y flagelarles, cual tatuaje no deseado en la piel, su ideología carente de ideales y de moral, a pesar de que pareciese lo contrario. Vivían unidos por el inexistente vínculo de la omertà, por la desgracia ajena, por la base de la tortura flagrante a quien menos se lo merece, bajo la constante mirada vigilante de su propia policía del pensamiento, degenerando aún más la especie humana. 



Dentro de sus propias filas, había una gran colección de las diferentes formas de la denigración humana extrema: victimistas, pederastas, violadores, conspiradores, homosexuales reprimidos, machistas, personajillos con delirios de grandeza y con trastornos paranoides de varia índole y de notable gravedad. Psicópatas socialmente integrados que tenían algo en común: que no valían nada para la sociedad y que hacían más daño que bien en lo que llaman el progreso de la humanidad. Así que un día, ya fuera o fuese de manera consciente o inconsciente, decidieron organizarse, desarrollar aquéllas bacanales de horror humano, tortura y sadismo familiar, bajo las órdenes del capo de turno o el jefe del momento, para proteger cualquier ataque a su grandísima persona y a la de sus miembros, bajo el intocable principio de si tocaban alguno de los suyos, respondían todos los demás, cual clan gitano o mafia siciliana. Era una secta donde depositaban esperanzas, sueños rotos, devoción hacia cosas inexistentes, orientaciones políticas aparentemente progresistas, donde algunos imaginaban ser superhéroes, mientras tan sólo eran ratas de alcantarilla, donde su gran Dios eran el euro y las divisas. 



Seres humanos que acabarán enterrados en la fosa común del olvido y de la pena, colgados en la plaza del pueblo, decapitados después de una gran revolución popular, encerrados en un psiquiátrico o una cárcel. Tan sólo el tiempo, su peor y temido enemigo, ejecutará a quién tendrá que ejecutar, a partir de jueces, fiscales, polícias, enterradores, personal sanitario, enfermeros, milicias populares. 

lunes, 24 de noviembre de 2014

Inquisición y televisión

Hoy me he dado cuenta de que el mundo es aún más idiota de lo que creía. Tertulianos de poca monta, charlando en el bar o en un plató de la televisión, que creen estar en posesión de un máster en Periodismo o un doctorado en Sociología, creyendo tener todo el saber del mundo con la Biblia en su mano, cumpliendo estricta y escrupulosamente una moral superior rastrera sobre la cual castigar. Doble moral de cuchillos y de sonrisitas por lo bajo, un gran saludo y un buen abrazo al entrar, pero críticas y lenguas envenenadas por la espaldas, hipocresía, conspiración y compinches, insultando por las redes sociales pero en persona no se atreven a decir ni , temiendo al inteligente, al talentoso y al valiente.

Creen que la verdad está en sus manos, que sus opiniones fantasiosas y engañadas por los medios de comunicación o la cotilla del pueblo están por encima de todo, con la potestad para decir tú sí y tú no, para creerse el rey del grupo. Personas sin formación y que de tenerla tienen una misérrima cultura, a parte de un criterio personal penoso, propiciado por la asquerosa cultura y educación de este país; hijos de puta que juzgan y condenan sin pruebas, que mandan a Dolores Vázquez a la cárcel, que se lucran condenando la violencia, el racismo y la madre que los parió, seleccionando las víctimas que más sensibilidades hieren a la población sin hacer nada para evitar los problemas reales en general y de forma efectiva, que promueven reformas penales de pacotilla para quedar bien, progresistas de poca monta que tan sólo buscan reconocimiento, cuatro fotos y un poco de postureo. 

Mi futuro y el de ustedes están en sus manos, porque así lo creen efectivamente, mientras lamen el culo al jefazo, al importante, al mediático, a quien se ha apropiado el puesto de víctima del momento, creando rumores y salseo que sirve de pantalla a los problemas reales, que esconde su miedo a solucionar verdaderamente los problemas, impregnándose de buenas palabras y florecillas que apestan más que dar buen olor. 

Tú, aunque les presentes un problema real con todas las pruebas y soluciones no te escucharán, porque más les interesa no molestar al jefazo que les manda o contradecir la palabra de los partidos políticos que les pagan, o la agencia de noticias que les paga, buscando audiencia de forma incesable. 

Pero nunca te dejarás influenciar. Tú eres su problema, porque piensas por tí mismo, porque contrastas las cosas antes de emitir cualquier sentencia, porque tienes la verdad en mano sin ser un enchufado, porque has leído, porque posees una cultura enorme, porque has vivido lo suficiente como para sentirte extranjero en tu propio país... Y de suponerles un peligro real, manifestando su corrosiva envidia, te tildarán de psicópata, de mala persona, de tomarte la justicia por tu mano, de estar pensando en conspiraciones y paranoias, filosofando de forma inútil sentado en el sillón de tu salón, mientras que lo único que haces es construir, poco a poco, tu criterio de forma lenta, como pirámides de Egipto que se forman a partir de granos de granito y arena. 

Tu criterio es tu mejor arma.

Tu criterio, tu voluntad de poder y tu convicción es la bomba atómica que tanto temen.

Por eso, disfrazan tu habilidad de atentados contra la moral de rebaño. 

Enlaces de interés:

http://politica.elpais.com/politica/2013/06/02/actualidad/1370190300_472322.html

martes, 21 de octubre de 2014

La verdad sobre el victimismo

No es sólo una reflexión personal: es un enfoque sociológico, a la vez que psicológico.

¿Por qué cada día nos encontramos en nuestras vidas personas que constantemente dicen ser víctimas? ¿Por qué siempre nos encontramos que alguien rápidamente quiere ganarse el puesto de víctima ante un conflicto? ¿Por qué alguien por sí mismo puede llegar a inventar otra realidad a partir de ser de víctima?

El victimismo se define como "la actitud de la persona que se considera habitualmente dañada o perjudicada en algo". Una víctima es alguien que ha recibido una agresión, sea de la naturaleza que sea. Eso implica que alguien ha tenido un comportamiento considerado indecente hacia ella, con lo cual no cabe duda que ese alguien tenga una dudosa moral o bien que haya obrado con el mal. Esto conlleva de por sí que la víctima es la dañada, la "débil", que no ha tenido más remedio que asentir y que no se ha podido defender. Y a partir de aquí, es indudable que la persona en cuestión haya mentido, es más, no se le puede atribuir casi ninguna mala cualidad.

Por eso mismo, en un mundo de buenos y malos, según las mentes más simplistas y poco reflexivas, se produce lo siguiente, aunque no necesariamente por este orden:

A. APROPIACIÓN DEL PODER DE LAS DEFINICIONES

Es triste, pero es así: cuando alguien se apropia de la definición de lo que es bueno y de lo que es malo, ya lo tiene todo ganado. Y así se hace cuando alguien se reivindica como víctima: a partir de la elaboración de razonamientos aparentemente lógicos, confirmará aún más su puesto porque, como el supuesto agresor es el "malo", ésta por fuerza tiene que ser la "buena".

Así pues, la bondad se personifica en la víctima y no pueden caber en ella ni hechos ni características, por ende, negativas. 

B. PROYECCIÓN VICTIMISTA HACIA LA SOCIEDAD

Una vez la persona victimizada se reivindica como la afectada y, por lo tanto, la buena de la historia, produce efectos en la sociedad, sobre todo en la ética. Desde luego, una persona cualquiera, por temor a lo que puedan pensar de los demás, le dará la razón e incluso la reivindicará como tal, contribuyendo cada vez más a este, falso o no, "papel". 

C. PURGA DE ARGUMENTOS EN CONTRA Y CALIFICACIÓN DE ENEMIGOS

Una vez la víctima victimizada tiene los apoyos morales lo suficientemente numerosos o fuertes, ve reforzada su posición de la definición del bien o el mal. A falta de argumentos propios, se apropiará de los que les ha dado la otra gente, o bien puede llegárselos a inventar, o bien llegar a exagerar lo que ha dicho, entre otras cosas. 

Los argumentos que se puedan dar en contra, incluso hechos de buena fe, reales o sustentados en hechos y verdades empíricos, automáticamente se rechazarán, porque "no son éticos", incluso se pueden calificar de cínicos. Esto, por ende, conlleva que las personas disconformes o que sinceramente no quieran intervenir a favor o en contra de la persona victimizada, sean calificadas de enemigas. Las personas enemigas, según la realidad de la persona victimista, se incluirán en un mismo grupo o género, produciendo una estigmatización que desacreditará, de nuevo, esta serie de sujetos; y producirá una respuesta automática del resto de la sociedad, incluso negar a nivel individual la existencia de defectos en la persona victimizada, o bien a negar su propio pensamiento, por lo que los demás puedan decir. 

Incluso puede llegar el momento en el que el victimista está llegando a cometer atrocidades y los demás presentan complicidad, justificándolo con su "pasado convulso", "porque tan sólo sufre secuelas de lo que ha vivido".

¿Os imagináis el caso de que se supiera que, una mujer que dice ser víctima de violencia de género, habría golpeado mientras tanto a su marido, atraparlo psicológicamente e incluso agredir verbalmente a sus hijos, bajo el amparo de que "está sufriendo sólo secuelas"?

¿No es sumamente retorcido, cínico e hipócrita? Hay más de una víctima, incluso esta víctima duplica o triplica el daño cometido, pero bajo el amparo de la victimización, escasas veces se reconocerán las otras víctimas y aún menos las secuelas que hayan podido sufrir, aunque sean peores de las que  haya vivido ella misma.

Quizá a partir de este planteamiento algunos podrían empezar a pensar, pero entonces se arriesgan a la:

D. REPRESIÓN HACIA LOS QUE APOYAN AL SUJETO VICTIMISTA

Indirectamente, el victimista está ejerciendo una represión a los que le rodean, obligándoles a cambiar su pensamiento, a pesar de que no se den cuenta.

Una vez los sujetos empiezan a dudar, el victimista puede incluir a la categoría global de "enemigos" aquél que no piense después como ésta. O bien el victimista puede empezar a exigir una serie de comportamientos a los otros que han mostrado alguna vez su apoyo, bajo el amparo de que "es una persona necesitada" y que, si no actúa a tenor de la víctima, podría elevarse al sujeto a la categoría del enemigo, incluso del agresor. 

El victimista empieza a exigir de los demás responsabilidad de los propios actos, a pedir la realización de conductas tan elementales que correspondrían normalmente a sí misma (por ejemplo, ir a hacerse un DNI). Si no lo realizan como el victimista quisiera, entonces el sujeto se ve sumergido a una ola de críticas por su "mala moral", e incluso a amenazar a los demás que lo apoyan de que dejarán de hablarle, o que harán juicios negativos sobre su persona. Si el victimista no consigue sus objetivos, el sujeto pasará a ser uno más de sus enemigos. O blanco o negro. 

E. REPRESIÓN DE LOS QUE APOYAN AL SUJETO VICTIMISTA A LOS QUE NO LO APOYAN

Uno de los efectos colaterales del victimismo es que el doblegamiento de la razón es tan grave que, como fanáticos, las personas que ayudan al victimista actúan por ella ejerciendo el papel represor hacia los demás, convirtiéndose en una auténtica policía del pensamiento.

¿SUJETOS REALMENTE INTELIGENTES?

Algunos pensarán que los victimistas son personas realmente inteligentes para producir estos efectos, ya que pueden generar una auténtica manipulación de masas, ya sea a nivel social o en un grupo de amigos.

Realmente son muy débiles psicológicamente, porque son realmente dependientes emocionalmente a los demás, y que tan sólo viven para mantener un cierto estatus a partir de su victimización. Con una capacidad argumentativa de una mosca, repitiendo falaciosamente lo mismo para justificar sus actos y reivindicar su estatus de victimista.

Alguien que cree estar en razón no hará estas maniobras, ni se hará la víctima para que los demás lo reconozcan como tal.

Pura manipulación emocional.

Tienen una fortaleza personal pésima, incapaz de tirar adelante y de no ejercer nada más que no esté vinculado al amparo de la victimización.

Pero aún así, los demás consienten la victimización.

¿Es que no está pasando lo mismo con Israel que, bajo el argumento de que el pueblo judío fue duramente reprimido, está cometiendo un auténtico genocidio contra Palestina?

¿Es que no pasa lo mismo con los Estados Unidos, que atentan cada día contra los Derechos Fundamentales de sus ciudadanos y de los civiles de los países que atacan porque "en su momento atentaron contra su país en sede del 11-S" o "en nombre de la democracia"?


EN RESUMEN

Porque, haciendo un copy-paste de una fuente de Internet no confirmada, pero que puede servir de utilidad, una persona victimista o colectivo victimista:

1- Culpabiliza a los demás en nombre del vínculo familiar, de la amistad, del amor, de la conciencia profesional, etc...
2- Traslada su responsabilidad a los demás o se desentiende de sus propias responsabilidades.
3- Invoca razones lógicas para enmascarar sus demandas.
4- Pone en duda las cualidades, la competencia y la personalidad de los demás; critica sin parecer que lo hace, desvaloriza y juzga.
5 -Siembra cizaña y suscita sospechas, divide para reinar mejor.
6- Sabe hacerse la víctima para que se le compadezca (enfermedad exagerada, entorno "dificil", sobrecarga de trabajo, etc...) .
7- Utiliza los principios morales de los demás para satisfacer sus necesidades (nociones de humanidad, caridad, racismo, "buena" o "mala" madre, etc...)
8- Amenaza de forma encubierta o hace un chantaje abierto.
9- Miente
10-  Falsea los hechos para averiguar la verdad , deforma e interpreta.
11- Es egocéntrico
12- No soporta la crítica y niega la evidencia
13- No tiene en cuenta los derechos , las necesidades y los deseos de los demás.
14- Su discurso parece lógico o coherente, cuando sus actitudes, sus actos o su forma de vivir responden al esquema opuesto.
15-  Produce un estado de malestar o una sensación de falta de libertad (trampa).
16- Es absolutamente eficaz para lograr sus propios fines, pero a costa de los demás.





El constante victimismo incluso se relaciona con trastornos paranoides.

¿Y tú, eres victimista? ¿O eres esclavo de un victimista? 

¿Eres de una mente simplista o una mente reflexiva, que no deja llevarse de nada ni por nadie?
Desde luego da mucho, mucho que pensar.

Algunos estarán muertos de rabia por este artículo, porque no es "progre" o "ético".
Pero es la pura verdad vista desde fuera.

Algunos niegan que detrás de las ovejas puedan haber auténticos lobos. 

Otros lo saben y no se atreven a decirlo.


domingo, 19 de octubre de 2014

Palpitaciones.

¿Qué será este ruido? ¿Será un monstruo? ¿Será un peligro inminente?

No. Es el ruido de la sangre corriendo por mis venas. Es el pánico que se aferra en mi cuerpo, que me coge los huesos y me los rompe, con un crush imaginario que, de paso, me estruja y me aprieta el corazón.

Es el ruido de una reacción desproporcionada de mi cuerpo tras unos golpes con la banda sonora de palabras inductoras de miedos, de rechazos y de chantajes emocionales. Es el ruido de una reacción desproporcionada de mi cuerpo ante las orquestas del Diablo, con rugidos de motores de gasoil y golpes en la puerta.

Después, me levanto en un hospital de color gris y rojo, con humedades y con barrotes en las ventanas. Es el hospital de la hipocresía de aquéllos que se aprovechan de tí, para sacarte información y para inducirte el miedo de que abras las alas por fin y puedas echarte a volar.

Tengo un cielo prometido, donde un Dios imaginario de barbas largas me espera con un podio y una balanza de justicia.

En mi corazón estallan tambores que anuncian una revolución. Una revolución en mi interior y que orquesta la diosa Justicia, de cuando mis carnes se volvieron en huesos, cuando mis ojos se hundían cada vez más y cuando mis circuitos cerebrales se volvieron totalmente dictatoriales.

Y lloraré sangre, sudaré con lágrimas y vomitaré pesadillas; querré morirme miles de veces, querré tirar piedras en los palacios de custodiadores de palabras falaciosas, querré poseer un ejército que me proteja de los golpes. Pero seguiré adelante, con un caballo a veces blanco y a veces negro, que traerá viernes trece o seré un jinete del Apocalipsis, o traerá glorias y otras victorias.

sábado, 18 de octubre de 2014

Perdónalos, no saben lo que se hacen

Una habitación de Fermat
 me coge, 
me atrapa en un bucle sin sentido, 
amenaza en aplastarme y encerrarme.

Los lobos aúllan y susurran en la lejanía. 

Como un Salomón decidido, 
los superhéroes de sirenas y escopetas, 
la loba sacaba sus dientes. 
Gritaba y aullaba.
Carne emocional quería.

Moriré como Juana de Arco,
si es que no morí hace años;
palabras y maquinaciones insidiosas,
gramática que navega por las vísceras
y no por las cabezas. 

Si es que existe un Dios,
no le pido salvación. 
Les pido que les perdone:
no saben lo que se hacen.

Los lobos aúllan y susurran en la lejanía. 

Delfines que me traicionan
después de difíciles andaduras,
con dolor en los pies, 
gritando en silencio. 

Los lobos aúllan y susurran en la lejanía. 

En el fuego recordaré los besos de Judas,
las batallas que afronté y nunca expliqué,
los caminos de justicia, igualdad e libertad, 
explicadas por falsos historiadores. 

Recordaré aquellas veces
que luchaba con piedras
mientras tiraban bombas, 
entre la complicidad de grandes dictadores. 

Y moriré.
Como cementerio de elefantes, 
moriré en la lejanía, 
entre susurros y aullidos,
entre llamas por prejuicios. 

Moriré como Juana de Arco. 




sábado, 26 de abril de 2014

Ansiedad.

Siempre estás ahí,
Te pegas en piel
Eres una mala compañía
Que me araña el autoestima
Eres el monstruo que sale
De las cuevas más profundas de mi cerebro
Eres el Cerbero de mis pasiones
La pena de muerte ante mis emociones

Eres la sangre que brota cuando me acuchillan
Eres el veneno en la lengua de los que me critican
Eres las palabras que ahora mismo estoy escribiendo
Eres las paredes de la cárcel de mis sentimientos

Son los diques de la mar que me está arrastrando
Soy un cadáver dentro de un sargazo,
Que ha muerto arañazo tras arañazo
El Dr. Jekyll y el Mr. Hyde,
El día y la noche
La vida chillando ante el pánico a la muerte...

A la muerte de mi alma,
A no volver ser yo mi propia ama,
A ser una llama que hiela y no quema
A ser esa vela que se apaga tras el incendio
A ser el niño pequeño solitario en el colegio
A ser carne de buitres hambrientos
A sentir que el mundo se apaga,


Como la última nota que suena de un piano...

domingo, 6 de abril de 2014

A la deriva

Creer ser pluma en viento de cambio
Fue una ilusión pasajera
Porque ahora soy solo fracaso
Víctima de una emoción viajera

Creía que sería un ser nuevo
Un superhéroe con superfacultades
Que podría salvar a la gente
Y sobrevolar las ciudades

Pero ahora soy capa de luto
Una gabardina de color negro
Mientras el plateado del llorar escondo.

Ríos negros que recorren mis mejillas,
Con sus pasajeros de un barco sin rumbo,

Barco que ya ha naufragado. 

domingo, 30 de marzo de 2014

Campanas de luto

Suenan las campanas de una iglesia
Su melodía de luto es sorda para ellos.
No pueden, no pueden.
No sienten, no sienten.
Es la insensibilidad de los que nunca duermen.

Porque en el Apocalipsis
Ellos vieron sangre, ponzoña suya en ella.
Salen de noche, para que los humanos no sepan
Que nadie les esperará en casa en casa,
 y que tampoco esperarán a nadie.

Los muertos vivientes andan por la noche.
Buscan sus presas para alimentarse,
Pues son los zombis que roban sonrisas para nutrirse,
Que asesinan vidas para reírse,
Que cavan tumbas sin enterrarse.

Una noche de marzo ellos mataron
Pero sin dejar cadáver
Una vida adorable que era
Llena de sol y flores
Que de viento helado se marchitaron

Terrorismo de sentimientos nunca condenado.
Tolerancia ante montañas de cadáveres que alzan su orgullo.
Y nadie, nadie será castigado.

Aunque suenen las campanas de una iglesia,
Recordad que los vampiros serán vampiros,
Los lobos serán lobos,
Los buitres serán buitres,

Y los cuervos serán cuervos.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Dualidad

Hoy he soñado contigo. Y no sé si decir si he soñado o si realmente te he visto, pues eres tan impredecible y tan cambiante que no se puede tener ninguna seguridad sobre tí.

Algunas veces eres sol, porque ayudas a las personas a encontrar su camino. Pero otras veces eres sombra, porque te escondes detrás de los demás y los vigilas sigilosamente, sin que se den cuenta. No eres fantasma porque tienes forma y tienes voz. Y tampoco eres fantasma porque tienes sonrisa, que eclipsa completamente cualquier duda que podamos tener sobre tí.

Tienes fotografías en las que siempre sales igual. Eres como el actor que reproduce cien mil veces la misma función. Mas no sé si eres actor, si eres público o si eres guionista, o si eres las tres cosas a la vez. Tus miradas son el polígrafo que retrata la verdad, pero a su vez tus ojos son mentira, son pura ficción. Son una película de pura psicología atormentada, que busca esconderse tras los matojos del andar solitario, del llorar por las noches pensando qué hacer con su vida. Eres Drácula pero luego eres Superman, un día eres Dr Jekyll y luego Mr Hyde. Una semana eres veneno y la otra eres medicina, un mes eres verano y en el otro invierno; por la mañana eres ángel y por la noche eres demonio.

Pero tus fotografías son las mismas. Y en ellas nunca aparecen ni cuernos, ni cola de pecado, ni alas de ángel. Sólo una sonrisa perfecta, de oreja a oreja, típica de los vencedores que nunca han tenido nada que vencer.

lunes, 10 de marzo de 2014

El miedo

Ya desde unos meses hay fantasmas que me corroen por dentro, o traumas que creía muertos y enterrados, y que han despertado cual zombis.  Los fantasmas y zombis se han convertido en odio, a veces justificado, otras injustificado. Pero el odio es un veneno corrosivo que te destruye por dentro y que implosiona. Por eso, es necesario sacarlo antes posible, como esa gangrena que debes mutilar antes de que se extienda en otras áreas del cuerpo.

Ahora ya sufro las consecuencias de no haber extirpado el tumor a tiempo. Han aflorado los miedos de antes y mi peor yo, siendo alguien que realmente no era y, en un ejercicio de introspección realizado un viernes por la tarde, no he tardado mucho en encontrar las razones que lo provocaban. Pues llevo demasiado tiempo aguantando una falsa filantropía que disfraza sentimientos recesivos, y el tener que ir con una sonrisa a lo alto para no llamar la atención de los buitres hambrientos de temas de los que hablar por el hecho de saber que en cualquier momento me arrancarán la lengua, como la molestia que le causa a un padre su hijo recién nacido por las noches. Demasiado egoísmo, chulería, doble moral y peloteo que caracterizan el liberalismo rancio que se nota en la atmósfera. Muchas veces las palabras no pueden cambiar el mundo porque muchos no tienen oídos para escucharlas, pero lo que es una verdad irrefutable es que el tiempo pone cada uno en su sitio, por lo que tan sólo hace falta esperar a que se produzca la deseada relación causa y efecto.

Si no me he lanzado a la piscina de agua helada hasta ahora es por el miedo irracional a la soledad, y digo irracional porque esa soledad, aun así, será inexistente, como el hipocondríaco que teme a una enfermedad fantasma o el paranoico que cree que será asesinado la siguiente semana. Y es así cómo se valora más lo que se tiene que lo que no se tiene, para poder salir de nuestras fobias del pasado y finalmente salir a la superficie de la piscina, que es el statu quo y aspirar a un mundo mejor. Todos los inicios (y aún más las rupturas) son difíciles, pero son una gran oportunidad para salir adelante, pues sólo se puede construir una nueva casa si la derribas y empiezas de cero. 

El exilio es el precio del riesgo de haber visto el peor lado de la mísera condición humana, del ridículo, de la incultura escondida bajo el lujoso tapiz de sobresalientes en el colegio, de haber descubierto la auténtica estructura de la mafia, con sus capos, sus víctimas (entre las cuales no sé si incluirme, pues por orgullo no lo haría) y su enorme juego de complicidades entre vencedores y vencidos, entre influyentes y no influyentes, entre activos y pasivos, entre sumisos y fustigadores que se plasma en risas relativas al físico del bufón de turno o de sus actitudes que, desde una perspectiva privilegiada y prepotente, desprecian, creyéndose modelos de Victoria's Secret o de unas personalidades perfectas, mientras que éstas son auténticamente lascivas y muy parecidas a las de personajes como Kiko Rivera o Belén Esteban.

Es la clave para evitar la locura que ya aflora y que está a punto de dominarme por completo, además de ahogar todas mis potencialidades (que, por supuesto, fueron menospreciadas por no incluirse en su lista de conductas socialmente toleradas). Porque mientras unos ya van cavando su tumba (y la de los demás, hecho que me saca de mis casillas), otros construyen una casa, una partitura, un templo, un libro o un futuro viviendo en Nueva York.


Os aconsejo que si os encontráis así, dejad lo que tanto os corrompe, y sed auténticamente vosotros mismos. Vale la pena. 

jueves, 27 de febrero de 2014

El límite de la broma

Hoy me he acordado de que tengo un blog.

Estoy demasiado ocupada estudiando para un examen de Derecho Penal que tengo mañana mismo. Pero aún así tengo tiempo de decir algo sobre un documental que vi la noche del domingo, del cual poseía grandes expectativas y que finalmente resultó ser una broma. Hablo del documental de Jordi Évole sobre el 23-F, sí. Ya me extrañaba a mí que tanta gente hablara como si nada sobre algo que parece ser un secreto de Estado sin temer por su muerte o por coerciones físicas sobre sus seres queridos.

Parece ser que la "broma" era para hacernos reflexionar sobre cómo los medios de comunicación (espero que también pensara en el mismo canal, LaSexta) nos colan goles sin descanso y llegamos a tragárnoslo todo, sin más. Eso desde la perspectiva de haber hecho un trabajo de la manipulación informativa para el final de bachillerato, está muy bien y gran falta que hace para que de una vez se nos caiga la venda que llevamos en los ojos (me incluyo) y que, de una vez por todas, empezamos a pensar sobre qué hacer para cambiar las cosas.

Ahora bien, el tema no estaba muy bien acertado: hablar del 23-F en un veintitrés de febrero de 2014, haciendo un documental que parece en un principio que lo va a petar, y que después resulte que es una broma de mal gusto (eso es lo que algunos ven), afecta bastante (por no decir mucho) a las generaciones anteriores, y aún más a las que vivieron la guerra. Me recuerda a esa especie de cinismo pseudo-progre que tanto odio.

Pero es que hay que entender que para las bromas hay un límite. Y no sólo en el ámbito televisivo, ni en el mundo del espectáculo, ni en el ámbito de la política y, para ponerlo más sencillo, en el ámbito de las relaciones sociales.

Hay quien justifica sus errores con bromas. Hay quien disfraza de broma toda su maldad, como esa chica que llama gorda a la otra para sentirse bien. Es típico en este país, donde muchos lanzan la piedra y esconden la mano. Es esa arrogancia con la que se va por la calle mirando por encima del hombro a los demás típica del que tiene algo que no se debe saber, o de esos brokers que van de superhéroes de la economía cuando son peores que Satanás. O bien esos que, bajo el título de la mayoría de edad, creyéndose héroes del tiempo y del hedonismo infinito, ridiculizan hasta la náusea a otro que piensa diferente, escondiéndose cual niño que ha hecho una travesura y teme al castigo, evitando la disculpa y, mientras tanto, con una falsa filantropía y una sonrisa de adorno, te saluda con amabilidad, pensando que la noche siguiente se cachondeará de la anécdota con sus colegas en un bar céntrico de Barcelona. O ese que planea la muerte del presidente Kennedy y se excusa diciendo que se trataba de una sencilla travesura.

Como me dijo un amigo que tenía hace ya muchos años, detrás de la broma la verdad se asoma, y puede ser que algo importante se asome tras la broma de Évole, y quizá muchas otras cosas detrás de las bromas de cada día. Y ahora me percato de cuánta razón tenía.