Writing cure: Palpitaciones.

domingo, 19 de octubre de 2014

Palpitaciones.

¿Qué será este ruido? ¿Será un monstruo? ¿Será un peligro inminente?

No. Es el ruido de la sangre corriendo por mis venas. Es el pánico que se aferra en mi cuerpo, que me coge los huesos y me los rompe, con un crush imaginario que, de paso, me estruja y me aprieta el corazón.

Es el ruido de una reacción desproporcionada de mi cuerpo tras unos golpes con la banda sonora de palabras inductoras de miedos, de rechazos y de chantajes emocionales. Es el ruido de una reacción desproporcionada de mi cuerpo ante las orquestas del Diablo, con rugidos de motores de gasoil y golpes en la puerta.

Después, me levanto en un hospital de color gris y rojo, con humedades y con barrotes en las ventanas. Es el hospital de la hipocresía de aquéllos que se aprovechan de tí, para sacarte información y para inducirte el miedo de que abras las alas por fin y puedas echarte a volar.

Tengo un cielo prometido, donde un Dios imaginario de barbas largas me espera con un podio y una balanza de justicia.

En mi corazón estallan tambores que anuncian una revolución. Una revolución en mi interior y que orquesta la diosa Justicia, de cuando mis carnes se volvieron en huesos, cuando mis ojos se hundían cada vez más y cuando mis circuitos cerebrales se volvieron totalmente dictatoriales.

Y lloraré sangre, sudaré con lágrimas y vomitaré pesadillas; querré morirme miles de veces, querré tirar piedras en los palacios de custodiadores de palabras falaciosas, querré poseer un ejército que me proteja de los golpes. Pero seguiré adelante, con un caballo a veces blanco y a veces negro, que traerá viernes trece o seré un jinete del Apocalipsis, o traerá glorias y otras victorias.