Writing cure: abril 2011

viernes, 22 de abril de 2011

La copa voladora

Me desperté tarde y muy cansada. La noche anterior se me había hecho larga viendo el aburrido partido, que terminó con la derrota de mi equipo y que me hizo volver decepcionada con el resultado a casa, con los gritos de fondo de cuatro aficionados del equipo contrario celebrando su victoria. Puse el televisor y en concreto el canal de noticias de veinticuatro horas. Se dio paso a las noticias deportivas que destacaban la victoria del equipo contrario y, seguidamente, se mostraban las imágenes del autobús del club en la celebración del título, cómo un jugador sujetaba la copa encima de su cabeza y, con un signo de desequilibrio causado por un exceso de alcohol, la copa merecida se desvanecía al suelo desde unos cuatro metros de altura y unos segundos después era chafada por el propio vehículo, quedando destrozada por completo.

Durante el día siguiente de la victoria el jugador, con unos dientes delanteros bastante destacados, era la diana de todas las críticas. Él no supo responder nada más que “la Copa quería volar al ver la Cibeles”, sin tener en cuenta que las copas normalmente no disponen ni de patas ni de cualquier mecanismo para desplazarse por sí solas.  Después las redes sociales se llenaban de grupos, páginas y comentarios del tipo “Ramos no tiró la copa, ésta se suicidó por depresión”, “Copas del Rey que se suicidan por vergüenza al verse en el bus del Madrid” o “Yo también creo que el conductor del autobús era del Barça”.

A mí lo que me ha impactado más es que la Copa había sido hecha manualmente por un joyero y se habían invertido cuatro meses en darle forma. Y en menos de cuatro horas va un jugador del equipo vencedor y se la carga.  Ahí se muestra el valor que se le da a los títulos aunque hubiesen pasado dieciocho años para volver a conseguirlo. Después de esto el bus llegó a su destino, la gran plaza llena de aficionados blancos, intentando olvidar el “pequeño incidente” con un “We are the Champions”  desafinado y en spanglish.

domingo, 10 de abril de 2011

¿Por qué Adán y Eva tienen ombligo?

Por lo que tengo entendido y por lo que interpreto, es el libro más antiguo de la historia y en él se intenta justificar cómo comenzó todo y la existencia de fenómenos fantásticos.  

La mayoría de cuadros antiguos están basados en este libro que, por cierto, es un tocho y es el pilar fundamental de algunas religiones; por lo que muchas escenas de él son representadas en pinturas. Pero básicamente entre las historias escritas y en lo que se retrata hay varias incoherencias, ya que Adán y Eva se representan con ombligo cuando se supone que fueron creados por Dios.

Yo creo que si Jesús hubiese podido caminar encima del agua, los barcos o los deportes como ahora el windsurf o la natación no habrían existido. Tampoco veríamos sentido ir a la playa o bañarse, ya que sería seguir tocando una superficie dura con los pies. También si fuese posible abrir un mar como hizo Moisés no existirían los vuelos transatlánticos, ya que podríamos recurrir todo el Atlántico en coche durante doce horas y, así, ahorrarnos la pasta que cuesta ir en avión. Y tampoco le veo sentido a que Dios tuviera que destruir la ciudad de Sodoma sólo porque había homosexuales; y que haya guerras de religión si en este libro se dice bien claro en los diez mandamientos que “No matarás”, y tampoco entiendo que haya tsunamis, terremotos, asesinatos y todo tipo de desgracias humanas y naturales si realmente Dios está para impedirlo; y tampoco entiendo porqué hay fósiles y evolución de las especies si, supuestamente, Dios las crea invariables.

Esto es lo que pienso sobre la existencia de Dios, ahora opinar vosotros, lectores.