Writing cure: Dualidad

miércoles, 26 de marzo de 2014

Dualidad

Hoy he soñado contigo. Y no sé si decir si he soñado o si realmente te he visto, pues eres tan impredecible y tan cambiante que no se puede tener ninguna seguridad sobre tí.

Algunas veces eres sol, porque ayudas a las personas a encontrar su camino. Pero otras veces eres sombra, porque te escondes detrás de los demás y los vigilas sigilosamente, sin que se den cuenta. No eres fantasma porque tienes forma y tienes voz. Y tampoco eres fantasma porque tienes sonrisa, que eclipsa completamente cualquier duda que podamos tener sobre tí.

Tienes fotografías en las que siempre sales igual. Eres como el actor que reproduce cien mil veces la misma función. Mas no sé si eres actor, si eres público o si eres guionista, o si eres las tres cosas a la vez. Tus miradas son el polígrafo que retrata la verdad, pero a su vez tus ojos son mentira, son pura ficción. Son una película de pura psicología atormentada, que busca esconderse tras los matojos del andar solitario, del llorar por las noches pensando qué hacer con su vida. Eres Drácula pero luego eres Superman, un día eres Dr Jekyll y luego Mr Hyde. Una semana eres veneno y la otra eres medicina, un mes eres verano y en el otro invierno; por la mañana eres ángel y por la noche eres demonio.

Pero tus fotografías son las mismas. Y en ellas nunca aparecen ni cuernos, ni cola de pecado, ni alas de ángel. Sólo una sonrisa perfecta, de oreja a oreja, típica de los vencedores que nunca han tenido nada que vencer.