Writing cure: El precio del éxito

martes, 27 de agosto de 2013

El precio del éxito

Youtube ahora mismo está siendo un gran medio para publicar y difundir ideas a disposición de todos y para todos los gustos. Ha sido la cuna de vídeos completamente virales que quizá no merecerían la atención como la tienen, o bien los usuarios han hecho justicia y han empujado al éxito a personas que han podido llegar lejos haciendo lo que les apasiona. Este es el caso de German, un vlogger que se ha hecho muy popular recientemente y que llegó a mis oídos hace poco tiempo. El caso es que estas últimas semanas ha ido recibiendo unas críticas sanguinarias, habiéndose puesto en duda el cómo ha logrado tantos seguidores en Youtube y atribuir este hecho al uso de bots, un medio informático que "roba" o "genera" falsos seguidores o visitas, haciéndose pasar por personas reales. 

Como decía Risto Mejide en Annoyomics, una valoración negativa tiene más atención que una positiva

De antemano, una opinión negativa recibe muchísimas veces más atención que no una valoración positiva. A este factor, hay que añadirle la enorme popularidad de German y la gran difusión de hechos (sean falsos, como lo son la mayoría de veces; o ciertos), dando como resultado una propagación a gran escala similar a la de un virus tropical. Por lo tanto, ha habido una importante masa de personas que han emitido un juicio inexacto, sin haber contrastado antes la opinión de German. Y por fin, él, con un tono un poco enfadado (así es como lo he visto yo) ha mostrado su versión de los hechos. Y de una forma que, realmente, me ha impresionado y que me ha llevado a escribir esta reflexión.


Si veis el vídeo, que ya he adjuntado aquí arriba, veréis un German que tiene las ideas muy claras y que, además, se ha informado bien sobre lo que se le acusa. También algo que he visto ha sido que posee una fuerza psicológica muy buena, y a la que además se le añade una notable humildad. German protesta ante las malas intenciones de los comentarios negativos y de la cobardía implícita que esconden, la atención que buscan y su imposición ante las valoraciones positivas. Defiende, a la vez, la libertad que tenemos de pensar como queramos, de que nos guste lo que queramos y que entonces elijamos qué ver, sin perder el tiempo en cosas que no nos gusten.

La fuerza psicológica de German se plasma, sobre todo, cuando muestra la poca importancia que da a las personas "que le quieren ver caer", y defiende el esforzarse por cumplir nuestros sueños, que nos otorgan felicidad y que, a través de ser buenas personas y nuestras aptitudes, podemos llegar muy lejos. Según él, la clave del éxito es ser quienes somos fielmente, ya que igualmente generaremos polémica y rumores.

La exposición que comporta el éxito 

Pero la clave está en que hay veces que no nos basta con cumplir pequeñas metas, o delante del fracaso nos hundimos en envidias y rencores que pagamos con personas que han sabido aguantar y esforzarse por su pasión, como ha pasado con German. Este maremagnum surgido con la polémica de los bots y German plasma perfectamente la falta de madurez moral, de motivación y la pereza al contrastar las versiones de varios hechos. Como dice el mismo vlogger, el trabajo de una persona se complementa, de cincuenta a cincuenta, con el público que lo recibe, lo usa y lo disfruta.

Pero... ¿por qué tenemos que criticar algo que para nosotros no está, y colocar nuestra opinión por encima de las demás? 
¿por qué tenemos esta percepción de que nuestros gustos son universales? 
¿por qué tenemos que estar tan pendientes de los ataques gratuitos y poco argumentados? 
¿por qué nos limitamos tanto a hacer lo que realmente nos gusta, y respetar lo que no nos gusta?

Y amigos, éste es el precio del éxito. Exponernos a personas con poco criterio, con falta de pasiones y con demasiado aburrimiento.


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