Writing cure: Con informers y a lo loco

martes, 22 de enero de 2013

Con informers y a lo loco


El bachillerato, como deben suponer muchos de ustedes, es meramente difícil. Seguramente a los alumnos de la UAB responsables de la creación de los llamados 'informers' no les costó nada, porque listos son, y en mi opinión demasiado. En unos días, ya han conseguido lo que cualquier ser humano querría: éxito acaparador en las masas jóvenes, información instintiva que dé mucho de que hablar entre las personas y ¡ah! lo más importante: sin apenas responsabilidades jurídicas ni personales, y muy probablemente sin dejar peso en la conciencia de aquellos que lo utilizan. Estas son las ventajas del anonimato.

También quiero felicitar a la inteligencia y la perspicacia de los creadores, puesto que gracias a su ingenioso invento podrán amargar el día a más de uno. O quizá tal hecho podría alargarse a una vida entera, dado que las masas adolescentes son difíciles de controlar y, faltas de autoridad, son capaces de hacer mucho daño a un individuo. Me imagino que a estas horas habrá chicas llorando porque les han publicado un amor secreto con el Justin Bieber de la clase, o bien atacando a un objetivo concreto. Además, en caso que pasen cosas gordas, los creadores podrán estar tranquilos, ya que los publicadores mantendrán el anonimato, lo que les dará inmunidad judicial.

También me atrevo a felicitar y a remarcar la táctica tan buena que ha usado Facebook con la aceptación de este ingenioso invento. Mark Zuckerberg, esta especie de Steve Jobs del cotilleo y de los asuntos personales, ha aprovechado la gran oportunidad de obtener datos personales a coste cero, y todo esto le ha ido como un guante: ahora podrá saber además opiniones exteriores de las personas, que seguramente venderá a grandes empresas (sí amado lector, Facebook coge tus datos y los vende a empresas). ¡Ah! Pero tranquilos, señores creadores, sus masas descontroladas juveniles no se darán cuenta de vuestra jugarreta, ya que estarán bastante distraídos con lo que se dice de los demás o de ellos mismos. Aún así, espero que haya más de algún individuo que piense en las palabras difamación, violación de la intimidad, ataque a la integridad moral o al honor de a una persona... y otros tecnicismos jurídicos que desconozco.

Un método muy bien escogido preparado, señores alumnos de la UAB. El caos está servido, y ya estoy pensando en cogerme unas palomitas. ¡Y todo sin cargos de conciencia, ni responsabilidades jurídicas!