Writing cure: ¿Y si se tratase de una crisis moral?

viernes, 28 de junio de 2013

¿Y si se tratase de una crisis moral?

Durante los últimos años en España ha habido una crisis económica (que aún no ha terminado) que llena los titulares días, semanas, meses e incluso años en los periódicos y en las noticias. Está bien claro que la economía es un pilar básico para el desarrollo, la estabilidad y el progreso de la sociedad pero, ¿esta crisis es sólo económica? ¿o conlleva algo más?. Muchas veces creemos que la economía es el inicio y fin de todo, pero detrás de las operaciones económicas y de las actividades del día a día hay algo más: la cultura. La cultura de un país es vital para entender el funcionamiento y la economía de éste.

Es de dominio público que, económicamente, España ha dependido durante siglos de otros países, entre los cuales Estados Unidos, y en los últimos años parece ser que la Unión Europea y sobre todo Alemania ejercen una relación de dominio-dependencia con España. Pero culturalmente, hay que destacar Estados Unidos, que dominando la cultura (sobretodo con la industria del cine con Hollywood y la música) ha podido influenciar el comportamiento de los españoles: fiestas universitarias, hábitos de ocio y diversión, fast food, gustos musicales y culturales, comportamientos en jóvenes... Por lo tanto, ¿quién domina la cultura, lo domina todo? ¿la cultura ejerce un papel tan vital como la economía en el status quo de una sociedad?

España se ha caracterizado durante siglos, dando nombre a tópicos fuera del país, por una cultura pensada en el beneficio propio, que ha afectado gravemente muchas veces la estabilidad de los sistemas económicos y políticos (en este caso, el Estado del Bienestar, cuyo desarrollo está siendo cuestionado ahora) en casos de degeneración moral tan destacados como la corrupción o el vivir del Estado. Este mal uso de las ventajas del sistema ha llevado a crisis importantes como la de ahora, en las cuales aumenta la pobreza (ya sea por los "aprovechados" o no), haciendo incrementar así el interés por el beneficio propio, contaminando, a su vez la mentalidad altruista (la poca que hay) y las actitudes cívicas, hoy en día casi inexistentes en el país.

El incremento de la pobreza y la ruina económica en amplios sectores de la población causarían, hablando en el ámbito médico, una ratio de depresiones y enfermedades mentales más elevada, que podría derivar en un aumento, a su vez, del número de suicidios. Este clima catastrófico iniciaría un ciclo vicioso que llevaría a un crecimiento exponencial de estos últimos fenómenos.

La natalidad en caída libre no renovaría las generaciones afectadas por esta crisis moral y cada vez más la mentalidad del beneficio propio vencerá y se instaurará en las escalas humana, económica y política. La necesidad extrema de recursos y la lucha por la supervivencia negará cualquier ideología o mentalidad diferente, marginando a aquellas personas cultas y con iniciativa. Por lo tanto, este tipo de personas serán excluidas de una sociedad retrógrada y egoísta y habrá una fuga de cerebros a otros países, sobre todo de la Unión Europea. En el campo biológico, veremos como esta fuga de cerebros causaría que los menos dotados intelectualmente y los menos curiosos se quedasen en el país, conllevando a generar nuevas generaciones (con poca gente) intelectualmente menores, con lo cual los grandes poderes económicos y políticos del país lo tendrán más fácil para manipular a las masas por su propio beneficio. Además, por sus intereses particulares desearán mantener esta mentalidad retrógrada y cerrada.

A su vez, las pocas personas cultas, al ser marginadas de la sociedad, se convertirán en aduladoras y se creerán con más poder intelectual que las anteriores masas, además de ser las únicas que podrán acceder a unos estudios curriculares. Gran parte de ellas emigrarán o acabarán participando en la oligarquía dominante.

Para concluir, podríamos decir que si se produciese este fenómeno la clase pobre necesitaría canalizar su rabia, ya que envidiarían la clase dominante a partir de los medios de comunicación, con lo cual buscarían parecerse a los individuos de clase alta a base de la opulencia: ejercicio del vicio y la muestra de él, orgullo por transgredir aquello políticamente correcto o moral, búsqueda de la fama en círculos sociales pequeños, aumento del consumo de drogas, sobre todo alcohol y cannabis, derroche de dinero en artículos innecesarios... costumbres que se muestran, sobre todo, en las producciones de Hollywood.

Por lo tanto, la población española se vería sumida en un catastrófico círculo vicioso basado en el hedonismo inmoral, que llevaría consecuencias catastróficas a corto y largo terminio y a un crecimiento exponencial de muertes por suicidio, de enfermedades mentales, de consumo de drogas, de actitudes opulentas y de una bajada de la capacidad intelectual de sus habitantes.

 Y ustedes, ¿qué piensan? reflexionen sobre estas hipótesis y valoren si en cierto grado pueden ser verdaderas.