Writing cure: Querido amigo

domingo, 26 de febrero de 2012

Querido amigo

Te escribo esta carta para expresar tanto aprecio que te tengo, después de llevar varios meses en una obligada convivencia, sobretodo en los ratos libres de fin de semana. Pues bien, voy a explicarte lo mucho que eres de mi agrado, sin falta de respeto alguna pero sí en innumerables veces la ironía.

Aquí me hallo, después de haber pasado un viernes movidito. Fue venir con una sonrisa, ver tu rostro y ponerme de mal humor. Sí, tienes todo el derecho a concederme el título de neurótica. Tu objetivo es molestarme, ser el centro de mi atención o bien entristecerme. El primero quizá bastante, por esto el motivo de esta carta. Y es que soy alguien que aprecia realmente su tiempo, y tú me haces perderlo. Ya nos apretan demasiado en el colegio para que me vengas tú los fines de semana, vayas difamando y me causes mal humor. ¡Vaya hombre! Después te quejas de las críticas que realizo, cuando tú haces lo mismo y más. Si la dialéctica fuese cocina, tú abastarías grandes banquetes.

Pues bueno, ahora he aprendido una cosa. Soy persona de gran orgullo, pero tú también. Cometo excesos con el mío, supongo porque gente como tú me lo rebajasteis a los límites. Tal y como tú dices, que soy una maestra de la manipulación, actuaré como tal. Tú, que te quejas de ella, la usas para quedarte con los míos para conseguir que me abandonen, cabrón. Ahora yo haré de su uso para evitar que tú lo consigas, así quedamos en las mismas, ¿de acuerdo?. Demasiados problemas tengo ya cada día, para que vengas tú, imbécil, y me vengas amargando los ratos libres.

Creo que tu principal vocación sería construir una iglesia, donde tu serías el Jesús y predicarías lo que te diese la gana. Sólo te interesa tener feligreses para que te escuchen; construyes tu propia realidad, huyendo de la verdadera. Lo que es triste es que ahora mismo ya lo estás consiguendo, tienes gran número de personas cogidas de los huevos, que te obedecen por miedo que les hagas un psicoanálisis y se destape su verdadera personalidad, más bien en tu caso sería más anal que psico. Porque claro, tú crees que tener un título que tan sólo te sirve para arreglar ordenadores ya te da el doctorado en Psicología por la Universidad de Harvard.

Ya me han llegado noticias de la gran conferencia que diste cuando yo, en un momento dado, me fui a recoger a mi pareja en el tren. Tú, que tanto aprecio y cariño que me tienes, ¡hasta chillaste de la rabia que te había dado! Esto me sube la moral, puesto que a veces el que más alto habla, es el que menos razonamiento tiene.

Bueno, con tal largo escrito llego a la conclusión que, tal y como tú usas la maldad para dejarme con Soledad, yo la usaré para contrarrestarla. No me limitaré a usar la ambición cuando sea necesario, pero si usted me deja en paz, imbécil, le digo yo que con mi persona no tendrá problema.

Atentamente,
Una buena amiga suya.